Las dificultades de la vida moderna, el desempleo y la superpoblación han llevado al hombre a una dramática preocupación por lo económico dejando de lado su propia humanidad.
Había una vez un rey grande, en un país chiquito.
En el país chiquito vivían hombres, mujeres y niños.
Pero el rey nunca hablaba con ellos, solamente les ordenaba.